Fui invitada a los BMVA solo tres semanas antes del evento, con la propuesta de presentar una colección de accesorios de mi marca y llevar personas que los lucieran durante la celebración. Acepté emocionada asistir dos de los cuatro días que duraba el evento. Una vez concretado todo, me di cuenta de que tenía muchas ideas, pero poco tiempo.
Me puse manos a la obra, trabajando intensamente día y noche, de lunes a domingo, y tras tres semanas de esfuerzo constante, todo estuvo listo.
Invité a seis de mis amigas para modelar mis creaciones, tres en cada uno de los dos días en los que participamos. El evento fue una experiencia increíble, con ese toque único y algo bizarro propio del estilo berlinés. Hubo de todo: entrevistas, cortometrajes, moda y, por supuesto, fiesta.
Una de las cosas más divertidas fue que, mientras la mayoría de los asistentes vestía de negro, como suele suceder en Berlín, nosotras éramos una explosión de color que destacaba por toda la fiesta. ¡Recibimos muchísimos comentarios lindos! La gente realmente apreció mi trabajo y me hizo sentir muy satisfecha y agradecida.
Ese día presenté aretes y prendedores en pedrería, junto con coronas de pompones, fue un momento muy especial y divertido. Una vez más, agradezco profundamente a mis amigas, quienes siempre están ahí para apoyarme y acompañarme.