En Berlín, como en muchas partes del mundo, las mujeres salimos a marchar cada 8 de marzo. Años atrás, antes de aprender a bordar, llevaba mis carteles tan grandes y significativos como podía. Hasta que, un día, se me ocurrió: ¿Y si hago mi pancarta bordada?
La idea de crear una pieza tan grande, 100% hecha a mano, parecía una locura, pero la emoción de intentarlo me llenó de energía. Lo que me motivó aún más fue la respuesta increíble que recibí mientras compartía el proceso. Fue largo y arduo, en más de una ocasión pensé que no lo terminaría a tiempo, pero… ¡lo logré! Y el día de la marcha, fue increíble compartir mi trabajo con tantas mujeres en un día tan especial para nosotras.
El día llegó y la experiencia fue inolvidable. Muchas personas se acercaron a felicitarme por la obra, a pedirme fotos con la pancarta, y así nació esta colección de imágenes que adoro. Ver a mis amigas, nuevas conocidas, y mujeres de todas las edades conectando con mi trabajo hizo que todo el esfuerzo valiera la pena.
Al año siguiente, bordé mi segundo cartel: “I believe you”. La historia se repitió: la pieza tuvo una gran acogida y tocó el corazón de muchas personas. Nos vimos reflejadas en ella, en esos momentos de vulnerabilidad que enfrentamos solo por ser mujeres, y en la falta de apoyo que muchas veces necesitamos para sanar.
Si fuiste una de las personas que me abrazó y acompañó en esos días, gracias de corazón. Tu apoyo significó el mundo para mí.